Los neumáticos modernos, los sistemas electrónicos, la aerodinámica de la carrocería y los parabrisas con la forma adecuada, todo contribuye, en invierno, a llegar sano y salvo a casa. La seguridad debería ser la prioridad de cada conductor, dice Romuald Chałas, presidente del Club Polaco del Automóvil, un experimentado piloto de rallies.
Vale la pena tenerla en cuenta, tanto a la hora de elegir un coche nuevo para si o para la familia, como preparando su vehículo para el invierno. Un equipamiento adecuado, neumáticos de invierno y, por supuesto, sentido común, pueden salvar vidas.
Neumáticos de invierno
El elemento más importante al preparar el automóvil para el invierno es la elección de los neumáticos adecuados. Cuando la temperatura cae por debajo de los 7ºC se debe poner los neumáticos de invierno. Y eso, no solo por la banda de rodadura que tiene una gran cantidad de laminillas que hacen que tenga una mayor cantidad de aristas que se aprietan contra el suelo facilitando la conducción sobre la nieve y el hielo.
Muy importante es también el hecho de que en la producción de neumáticos de invierno se usa otra mezcla de gomas, más blanda, a base de silicatos, gracias a la cual conserva su elasticidad a bajas temperaturas.
Precisamente por eso todos deberían colocar neumáticos de invierno a finales de otoño, incuso aquellos que conducen, sobre todo, en ciudad, donde la nieve, rara vez ocupa la calzada. Aún así, la falta de nieve no significa que se pueda conducir con seguridad en un día frío y con neumáticos de verano. Solo un caucho blando y resistente a bajas temperaturas puede asegurar en invierno una adecuada longitud frenado y adherencia en las curvas.
Cada neumático, incluso los de invierno, se gasta con el tiempo. Al colocar unos neumáticos usados de la temporada anterior, es indispensable comprobar si la profundidad de la superficie de rodadura es menor de 4mm. Si es así, hay que considerar el cambio por unos neumáticos nuevos. Los neumáticos de invierno cuya superficie de rodadura tenga menos de 4 mm. van a apañárselas peor con el drenaje da agua y barro que queda tras la nieve y, de igual modo, peor se limpiarán ellos solos de nieve.
Otro asunto es el de la presión de los neumáticos, de la que hay que cuidar todo el año y comprobarla, como mínimo, una vez al mes.
En invierno, a menudo, observamos grandes variaciones de temperatura, por eso es tan importante recordar comprobar la presión de los neumáticos con mayor frecuencia que durante el periodo estival, advierte Leszek Szafran, directordel departamento comercial del grupo Goodyear Polonia. En condiciones invernales, en comparación con la presión a una temperatura de 20ªC, el descenso de las temperaturas causa una caída de la presión en los neumáticos que será de:
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alrededor de 0,2 bares a temperatura de 0ºC
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alrededor de 0,3 bares a temperatura de -10 a temperatura de 0ºC
Un caucho adecuado nos asegura en invierno una corta distancia de frenado
y una buena adherencia en las curvas.
Está claro que, al igual que no es posible adaptar la presión a la carga del vehículo en cada momento, sería igualmente difícil hacerlo en el caso de las temperaturas rápidamente cambiantes del invierno. Cuando las temperaturas muy bajas se mantienen por un tiempo se recomienda aumentar la presión en 0,2 bares. Hay que recordar igualar la presión con lo recomendado por el fabricante del vehículo cuando las temperaturas vuelvan a subir. Recomendamos, en cualquier caso, aplicar la presión predicha por el fabricante del auto para un modelo dado de coche. La información referida a la presión se puede encontrar en el libro de instrucciones del vehículo (mejor guardado en un escondite) o leerla en las pegatinas que se encuentran en la parte lateral de las puertas o en la parte interior de la puertecilla de carga de gasolina,añade Leszek Szafran
Visibilidad
Lo primero que debería de cuidar un conductor es ver bien lo que pasa en la carretara y, él mismo ser bien visible, aconseja, Romuald Chałas. Para esto es de gran ayuda la calefacción del parabrisas delantero, gracias a la cual, en unas decenas de segundos, tras el encendido del motor, el conductor tiene ya limpios de vaho los parabrisas delantero y trasero. Se puede conseguir lo mismo poniendo en marcha la ventilación, pero dura más. Antes de que comience la temporada de otoño-invierno hay que cuidar también de regular que el alcance de los limpia parabrisas sea adecuado. Deberían llegar lo más cerca posible de los pilares laterales del parabrisas, para que la parte del parabrisas que, en invierno, se cubre de suciedad, reduzca al mínimo la visibilidad.
Otro elemento útil que eleva el nivel de seguridad son unos reflectores limpios. En muchos automóviles se montan en los reflectores delanteros unos limpiaparabrisas y/o rociadores. Si no se tienen hay que recordar limpiar la superficie de las lámparas con un trapo blando que no raye. Unos reflectores rayados o sucios pueden iluminar el camino hasta un 40% menos efectivamente de lo que deberían.
No hemos de olvidar tampoco las luces traseras. Tienen que estar limpias y no deberían ser pintadas con colores oscuros. Una “mejora” así puede provocar que, al reflejarse en invierno, la fuerte luz del sol en la nieve, un conductor que vaya detrás no vea las luces de posición o de frenadonos señala Romuald Chałas.
Y, por último los espejos. Deberían ser grandes, si es posible, limpios y fáciles de colocar en posición. Bueno es que tengan una calefacción parecida a la del parabrisas delantero, porque facilita mucho la conducción del vehículo.
Los espejos son esenciales en lo que se refiere a la visibilidad. Para que cumplan con su función hay que colocarlos de la forma adecuada. Unos espejos bien colocados lo están cuando el conductor ve sólo el borde de su vehículo. Por desgracia, muchos conductores los colocan en tal ángulo que se ve la mitad del auto. Eso es un error porque nosotros mismos limitamos nuestro control sobre lo que ocurre alrededor en el camino.
Los sistemas electrónicos y airbags
Un elemento muy importante para la seguridad durante la conducción en invierno son unos frenos que funcionen correctamente. Antes de la temporada de otoño-invierno hay que comprobar si todo está bien con ellos. Lo más importante es asegurarse de que la fuerza de frenado sea idéntica en todas las ruedas. Si los frenos no actúan en la misma medida, al frenar sobre nieve o hielo el coche puede patinar y perder el control, advierte Romuald Chałas.
El frenado con cadencia durante el patinaje exige una gran destreza, sangre fría y experiencia. La mayoría de conductores, en una situación semejante, simplemente aprieta a fondo el freno, lo que provoca el bloqueo de las ruedas, y e consecuencia la pérdida de control sobre el vehículo y la imposibilidad de cambiar la dirección de su movimiento. Si bien, en socorro de los conductores, acudieron los ingenieros equipando los autos con variados sistemas electrónicos
El sistema ABS apoya el sistema de frenado, impidiendo el bloqueo de las ruedas, Hoy es parte del equipamiento de serie en la mayoría de coches. Así y todo el ABS no lo es todo, comenta Romuald Chałas,al comprar un coche vale la pena comprobar si está equipado con otros sistemas necesarios en invierno como el ESP, que estabiliza la trayectoria de conducción en las curvas y ASR, que evita el exceso de patinaje de las ruedas, por ejemplo al acelerar. Un auto con tal equipamiento es, sin duda, mucho más seguro que uno que no lo tenga.
Otro punto esencial desde el punto de vista de la seguridad es contar como equipamiento del vehículo son los airbags delanteros y laterales.
Normalmente los fabricantes saben cuantos airbags deben utilizar en su coche pero, en general, se puede decir que dos airbags, uno para el conductor y otro para el pasajero es muy poco. Le ayudan a uno a salir con vida de un accidente sólo si el golpe se produce por delante o por detrás. Sin embargo, en un golpe lateral, incluso un accidente relativamente leve puede tener graves consecuencias. Por eso, lo bueno es tener montados en el coche airbags laterales, recalca Romuald Chałas.
En caso de accidente, también contribuyen a la seguridad los reposacabezas y los cinturones de seguridad con tensores. Los primeros se bloquean o se mueven hacia delante en el momento del golpe, gracias a lo cual se pueden evitar lesiones en la columna vertebral cuando tras el golpe la cabeza es impulsada hacia atrás y luego, violentamente, vuelve adelante. Los segundos nos sujetan con más precisión evitando, entre otras cosas, que nos salgamos por bajo del cinturón o que golpeemos el volante o el parabrisas delantero con la cabeza.
El sentido común y el cuidado al equipar el coche nos permiten sobrellevar
con seguridad el difícil periodo del invierno.
Aerodinámica y refuerzos
Otro elemento importante para la seguridad, a pesar de ser invisible e imposible de comprobar para al conductor corriente es la misma construcción del coche. Una aerodinámica adecuada de la carrocería asegura una mejor presión sobre la calzada a altas velocidades y un modelado preciso de los parabrisas produce que las corrientes de aire que fluyan por encima de ellos ayuden a eliminar de su superficie el barro o regueros de agua. Estos elementos se pueden controlar sólo en un túnel de aerodinámica así que es difícil tratarlos como un criterio de selección del coche.
De todas formas se puede comprobar si el automóvil tiene los pilares de refuerzo del parabrisas lo bastante estrechos y alejados, con lo que se reduce el ángulo muerto y si hay refuerzos interiores en las puertas. Este tipo de refuerzo es aplicado con creciente frecuencia porque protegen eficazmente al conductor y los pasajeros de los efectos de un impacto lateral. El último elemento al que vale la pena prestar atención, en cuanto a seguridad, son las zonas de deformación absorbente. Precisamente a su descubrimiento y hacer uso de ellas en la producción de turismos de todo el mundo es a lo que miles de personas le debe la vida y la salud. Los automóviles construidos en los últimos 10 años están hechos de tal manera que, en caso de impacto, la fuerza del golpe se traslade, no a los que están sentados dentro sino a lo largo del vehículo . Las zonas de deformación salvan vidas en cualquier época pero, en invierno, cuando es más fácil tener un accidente, su importancia es mayor, concluye Romuald Chałas.
Parte de los arriba mencionados elementos, que aumentan la seguridad de los conductores y pasajeros, depende de la elección de un coche adecuadamente equipado, y por consecuencia de la abundancia de la cartera. Pero no es el caso de todos. Equipar un coche con las adecuadas ruedas de invierno, la revisión de los frenos y comprobar la colocación de los limpiaparabrisas puede y debería ser uno de los planes para septiembre u octubre de el conductor cabal. Algo que, simplemente, tiene que añadir a su lista de tareas de la temporada otoño-invierno es la limpieza de cristales y reflectores y comprobar periódicamente la presión de las ruedas, tareas tan importantes como ir de compras o llevar el niño a la escuela.