Los neumáticos de invierno usados con una banda de rodadura con profundidad de 4 mm son considerados desgastados porque han perdido una parte de sus prestaciones de invierno. Aquí nace la pregunta: qué tanto peores serán frente a unos neumáticos nuevos con una banda de rodadura nueva o parcialmente desgastada, con profundidad de ranuras a nivel de 9 y 7,5 mm, respectivamente, y si realmente serán mejores para invierno a comparación con unos neumáticos de verano.
Para demostrar las diferencias, la ADAC junto con la Fundación Warentest y asociados clubs de automovilismo europeos realizó ensayos con bandas de rodadura de alturas diferentes. Se ha evaluado el comportamiento del vehículo al rodar y al frenar, los ensayos se llevaron a cabo en tres tipos de suelo: en seco, en mojado y en nieve. Las pruebas comprendían tres juegos de neumáticos de invierno en medida 185/60 R14 - un juego de neumáticos nuevos de fábrica, con una banda de rodadura de casi 9 mm de altura, otro juego de neumáticos usados con ranuras en la banda de rodadura de 7,5 mm, y el tercero - con apenas 4 mm.
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En nieve
Las diferencias más notorias se han reportado en nieve - aquí en los neumáticos con una banda de rodadura de 7,5 mm se registró tan sólo un 60% del empuje de los neumáticos nuevos de 9 mm. Aún peor fue el resultado del neumático de 4 mm, con empuje más de dos veces más bajo que el de un neumático nuevo. Teniendo en cuenta que la mayoría de los conductores desconfía de la conveniencia de uso de los neumáticos de invierno, se ha realizado un ensayo adicional con los neumáticos de verano. El resultado fue catastrófico – empuje cuatro veces más bajo frente a un neumático nuevo de invierno y casi a la mitad de un neumático de invierno con una banda de rodadura de 4 mm.
Se han denotado también grandes diferencias al realizar la prueba de frenado a velocidad de 30 km/h. El automóvil con los neumáticos de 4 mm frenó a distancia 3,2 m más larga que el vehículo con los neumáticos nuevos de 9 mm. En los neumáticos de verano, la distancia de frenado era 7,5 m más larga que en los neumáticos de invierno nuevos y 4,3 m más larga que en los neumáticos de invierno de 4 mm.
En mojado
Lo más vital a la hora de circular en mojado es evitar el efecto de aquaplaning. Aquí resulta crucial una evacuación eficaz de agua, vinculada a la profundidad de la banda de rodadura (y su perfil). El efecto de aquaplaning neumáticos nuevos se producía a velocidad de 87 km/h. Los neumáticos usados de 7,5 mm tampoco estaban mucho peor, patinando a 83 km/h. Los neumáticos usados de 4 mm, no obstante, entraban en aquaplaning ya a 63 km/h, una velocidad 24 km/h más baja que en el caso de un neumático nuevo. Una banda de rodadura con altura dos veces más baja en este caso indica la necesidad de reducir la velocidad por 1,5 veces.
Las pruebas de frenado a 80 km/h, velocidad estándar para ensayos en mojado, también aportaron resultados muy interesantes. Los mejores fueron los neumáticos usados de 7,5 mm, con un resultado mejor por un 3% que los neumáticos nuevos de fábrica y un 10% mejor frente a las “gomas” de 4 mm. La segunda posición del producto nuevo de fábrica probablemente se debe a las ranuras en la banda de rodadura demasiado profundas para asegurar una eficacia real para evacuar el agua.
En seco
Los resultados obtenidos en los ensayos en seco pueden parecer aún más sorprendentes: los neumáticos usados de 4 mm fueron mejores que los de 7,5 y 9 mm. Es más, el peor rendimiento en este ensayo demostraron los neumáticos nuevos. Esto se debe al menor número de laminillas en los neumáticos usados y su mayor área de contacto con el suelo.
Los nuevos no siempre son los mejores
En condiciones de invierno, los neumáticos de invierno nuevos no tienen rival, aunque el desgaste de neumáticos, de cada milímetro de la banda de rodadura se traducirá en la pérdida de sus propiedades para la temporada. La diferencia más notoria se produce en nieve, donde el neumático con una banda de rodadura de 4 mm ganó a creces a un neumático de verano, pero fue varias veces peor que el neumático de invierno nuevo o poco gastado. Lo contrario sucede al rodar en seco: mientras menos profunda la banda de rodadura del neumático de invierno, más corta la distancia de frenado, aunque de todasmaneras más larga que en un neumático de verano.