La puesta a punto del vehículo y las revisiones periódicas son imprescindibles para asegurar una conducción fiable, con un correcto comportamiento de tu coche sobre la carretera.
Una de las operaciones de mantenimiento que los profesionales recomiendan hacer con cierta periodicidad es realizar “el paralelo” del coche, como se conoce popularmente.
¿Qué es el paralelo?
Hacerle el paralelo al coche no es más que ajustar el alineado de las ruedas delanteras y traseras revisando todos los elementos que intervienen en la dirección y suspensión del vehículo. De esta manera, todas las ruedas quedan paralelas en relación con el eje central de la carretera, apoyando correctamente sobre el asfalto.
Si sueles ir por carreteras en mal estado, con baches y resaltos, cruzar badenes o resaltos a una velocidad mayor de la recomendada, o si simplemente haces un mal giro mientras aparcas, puede hacer que las ruedas se desvíen de su eje. Esto provocará en el vehículo una conducción mucho más brusca y costosa, e incluso vibraciones en el volante y salpicadero.
La desviación de las ruedas puede seguir dos tendencias: la convergencia y la divergencia, según estas se desplacen del eje central hacia el interior o el exterior del vehículo.
El paralelo del coche viene ajustado de fábrica, y los primeros kilómetros que se hacen con un vehículo nuevo se sientes muchos más suaves y ligeros. Sin embargo, la posición de las ruedas puede desajustarse con la conducción y es conviene realizar un reajuste a la posición inicial que fijó el fabricante.
¿Por qué hacer el paralelo en el coche?
El paralelo del coche no es una revisión muy costosa ni por tiempo ni por dinero. No te supondrá más de 45 minutos sin coche, ni un gran desembolso para el bolsillo (aunque dependerá del modelo y dimensión del vehículo).
Acude siempre a un taller de confianza, la alineación debe ser hecha por especialistas con material y equipos adecuados. Para hacer esta operación de mantenimiento, tan solo hay que subir el coche a la plataforma, e instalar en cada rueda una herramienta conectada a un ordenador que calcula la desviación de cada rueda, y el ajuste que debe realizarse.
Suele ser recomendable realizarla cada vez que se cambian los neumáticos, las cubiertas o llantas del vehículo. De esta manera te asegurarás de que las mejoras que haces a tu vehículo sean óptimas.
Consecuencias de no hacer el paralelo al coche
Pasar por alto esta práctica puede tener muchos inconvenientes para tu vehículo, que se traducirán en problemas para tu conducción. Notarás que los giros son menos fluidos y sentirás menos control sobre tu coche.
Algo que puede alertarte de que la alineación de las ruedas no es la correcta, es una notable tendencia del vehículo a inducirse hacia un lado cuando se va en línea recta.
Muchas veces esto es imperceptible para el conductor, pero seguramente el volante no está totalmente recto si se alinean las ruedas y viceversa.
Durante la conducción se podrán notar algunas anomalías, como la brusquedad al girar de sentido o al entrar en una rotonda. La dirección del coche se verá perjudicada, notándose mucho más dura y con algunas vibraciones.
Además, que las ruedas no estén correctamente alineadas supondrá que los neumáticos no apoyen sobre la carretera correctamente. Por lo tanto, estos se deteriorarán con mucha mayor facilidad, presentando un anormal desgaste exterior en las ruedas delanteras y en las bandas laterales. Algo que afectará a tu bolsillo, ya que el cambio de neumáticos deberá hacerse con mayor frecuencia.
Todos estos fallos en la dirección y desgastes provocarán que el consumo de combustible aumente, y puede desencadenar en otro tipo de averías mucho más graves y caros: llantas, suspensión, dirección, amortiguadores, etc.
Como ves, hacer el paralelo al coche te asegurará un correcto funcionamiento, con una conducción mucho más fácil, suave y, sobre todo, segura para ti y tus acompañantes.
Esta simple puesta a punto de la alineación de las ruedas puede hacerte ahorrar dinero en combustible, y prevendrá a tu vehículo de problemas mucho más costoso.