Subidas y bajadas en las condiciones de invierno son unas maniobras que requieren una habilidad considerable. Revise lo que debe recordar para subir a la cuesta con seguridad. Aprenda también que hacer para bajar la cuesta sin peligro.
En las condiciones de invierno, la subida cuesta arriba puede ser un problema serio. Incluso para los coches equipados con neumáticos de invierno. Durante las subidas cuesta arriba, la técnica es clave.
La subida cuesta arriba
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La subida cuesta arriba debe ser antecedida por cobrar velocidad.
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En elevación de terreno, hay que mantener la velocidad unilateral (la aceleración brusca puede llevar a perdida de la adherencia de las ruedas con la tracción)
Subidas en las condiciones de invierno son las maniobras más difíciles.
Incluso si el coche está equipado con los neumáticos de invierno.
Durante la subida cuesta arriba, todas las maniobras (el cambio de marcha, acelerar, frenar, etc.) deben llevarse a cabo sin pérdida de adherencia.
Arranque hacia arriba
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Se debe utilizar el pedal del acelerador de manera muy delicada.
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Se debe desembragar a bajas velocidades.
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Se debe tener cuidado para que las ruedas no den un patinazo( si eso sucede, no se debería acelerar nerviosamente).
Algunas fuentes sugieren que en esos momentos se debería usar la segunda marcha para arrancar. Se espera que tal maniobra reduzca el par que aparece en las ruedas, pero el efecto secundario es la falta de control sobre el embrague y un requisito de mayor velocidad del motor a acelerar.
¿Qué hacer si no es posible cobrar velocidad?
En tales situaciones, puede ayudar alternar el arranque a la primera y secunda marcha. Alternativamente, se puede reducir ligeramente la presión en los neumáticos. Se puede pensar también en llevar consigo una pequeña bolsa de arena - una pequeña cantidad de arena echada debajo de las ruedas nos salvará de muchas opresiones.
¿Qué hacer si no es posible cobrar velocidad?
Las condiciones invernales obligan al conductor a mantener medidas de precaución en el caso de bajar la cuesta. La combinación de buenos neumáticos de invierno y de la técnica adecuada puede tener un impacto significativo en la seguridad. ¿Qué hay que recordar?
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Un elemento importante durante la bajada desde arriba es la capacidad de frenado con el motor, con la reducción de marchas apropiada.
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No se debe bajar la cuesta en punto muerto y de repente acelerar o disminuir la velocidad.
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Hay que desembragar de manera delicada después de ajustar la velocidad del motor.
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Se debe frenar en el mismo momento con motor y freno.
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Bajamos la cuesta en la misma marcha, en la que subimos cuesta arriba.
Frenado durante el viaje
La detención de un vehículo
en una pendiente nevada escarpada es muy difícil.
Un coche popular con ABS, equipado con neumáticos de invierno, necesita 33 m en promedio para detenerse a la velocidad de 50km/h en la parte nevada y llana de carretera. El mismo coche, para detenerse en una pendiente de 4%, necesita 37m. La situación se vuelve desesperada, cuando el coche está equipado con neumáticos de verano. En las mismas condiciones atmosféricas, se detendrá en el terreno plano después de 60 metros, y en la pendiente de 4%, la distancia de frenado se alargará hasta 79 metros!
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Cualquier incremento de la velocidad o de la inclinación de la carretera, causará la elongación de la distancia, después de la cual el vehículo se detendrá con seguridad.
El frenado de emergencia
Los casos anteriores trataban de los casos en los cuales las condiciones de terreno permitían parar el coche con seguridad. Sin embargo, no siempre existe esa posibilidad. A veces, durante el frenado, el eje trasero del coche, a pesar del buen funcionamiento de los sistemas de anti-deslizamiento (ABS), comienza a salir de su carril.
Inmediatamente hay que evaluar la situación y decidir- si se debe continuar el frenado incluso a costa de la desviación fuerte de la parte trasera de coche, o soltando por un momento el pedal del frenado “enderezar” la parte trasera que está huyendo. Cuanto más tarde tomamos la decisión a volver al camino recto, más difícil será recuperarlo. A veces, durante la bajada de la cuesta, resulta que la adhesión a la superficie no es suficiente y el coche no será capaz de perder su velocidad, por ejemplo para detenerse con seguridad delante del cruce.
En dicho caso, hay que analizar rápidamente su situación. A veces, puede resultar que la mejor maniobra defensiva, será por ejemplo, la entrada intencional en el montón de nieve para perder la velocidad peligrosa. Estas decisiones, a menudo difíciles, ya que corremos el riesgo de dañar el coche, pueden ser relevantes ante la visión de saltarse un semáforo en rojo en el cruce.
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