Aunque el índice de carga no afecta directamente al confort de conducción, puede afectar a la rigidez del vehículo. Si el índice de carga es demasiado alto, la rigidez del vehículo aumenta y, en consecuencia, el vehículo es menos confortable. Si el índice de carga es demasiado bajo, la estabilidad del vehículo puede verse afectada por una carga excesiva, lo que también repercute en el confort.