Los nuevos modelos de automóviles no podían deja pasar por alto el aumento progresivo de la seguridad, el confort y el deseo de una conducción económica Estos vehículos cuentan con numerosas tecnologías inteligentes que ofrecen muchas ventajas a sus usuarios. Entre ellas, los sensores de presión de neumáticos. ¿Cómo funcionan, qué aspecto tienen y dónde se encuentran exactamente? Estas son solo algunas de las preguntas que se hacen aquellas personas que no tratan con ellos a diario. 

No en vano se intenta concienciar a los conductores para que no descuiden la cuestión de la presión de los neumáticos y la comprueben con regularidad. Los propietarios de automóviles nuevos tienen una ventaja. Su coche ya viene equipado de fábrica con sensores TPMS especiales, que controlan la presión de los neumáticos.

¿Qué es el sistema de control de la presión de los neumáticos?

El TPMS se encarga de controlar los niveles de presión de los neumáticos del automóvil. Permite comprobar los neumáticos de forma continua y periódica e informa al conductor si detecta alguna pérdida de presión. Se trata de un elemento extremadamente importante para la seguridad, el confort y la economía de conducción. Sobre todo debido a que las pérdidas de aire en el neumático suelen ser algo natural e inevitable. Se producen principalmente por pérdidas de estanqueidad en las paredes o en las válvulas, así como por los cambios de temperatura. Por supuesto, también existe otra causa más radical, es decir, los daños mecánicos (p. ej., un pinchazo).

En cualquier caso, un sistema de control de la presión de los neumáticos correctamente calibrado te advertirá de un peligro y te ayudará a evitar las desagradables consecuencias de conducir con unos neumáticos poco inflados. Entre los potenciales problemas podemos citar un desgaste más rápido del neumático y de los componentes del automóvil, un mayor consumo de combustible, una menor comodidad y, en última instancia, la necesidad de sustituir toda la rueda. El TPMS no es obligatorio en los coches más antiguos, aunque puede montarse.

rueda de un MercedesUn nivel adecuado de presión de los neumáticos es la base para un viaje seguro.


¿Qué aspecto tiene un sensor de presión de neumáticos?

A primera vista, el sensor parece algo sencillo. Cuando se mira más de cerca, puede observarse su complejidad, que en la mayoría de los casos es parecida.

La parte más ancha es el denominado cuerpo (sensor), que termina en su parte superior con un tornillo de fijación. Aunque es realmente pequeño, esconde muchos más componentes: un circuito integrado, un transpondedor de señales, un radiotransmisor y una batería de alimentación, todo ello bajo su carcasa de plástico.

La parte más larga está formada sucesivamente por una válvula de aire con su junta (también denominada vástago de la válvula), una arandela, una tuerca de fijación y, por último, el tapón de la válvula (metálico o de goma).

¿Dónde se encuentran los sensores de presión de los neumáticos? Están situados debajo del neumático, en las válvulas de aire, o fijados a la llanta. Conocer la ubicación del sensor TPMS es extremadamente importante para no dañarlo durante el cambio de neumáticos y el equilibrado de las ruedas.

¿Cómo funcionan los sensores de presión de neumáticos? Sistema TPMS directo e indirecto

Ya hemos establecido que la normativa actual de la UE obliga la instalación de sensores TPMS en los automóviles, aunque deja a los fabricantes la libertad de elegir el tipo de sistema para un modelo concreto. Existen dos soluciones disponibles:

  • un sistema indirecto,
  • un sistema directo,

¿Cómo funciona el sensor de presión de aire en los neumáticos? Se basan en dos principios son muy distintos, aunque se supone que el efecto es el mismo: proporcionar datos precisos y en tiempo real sobre los niveles de presión de los neumáticos. Echemos un vistazo a las principales diferencias entre los dos sistemas.

Sistema TPMS directo: ¿qué hay que saber?

Esta variante se considera mucho más precisa que la indirecta, aunque su instalación y control requieren algo más de atención y conlleva unos costes de mantenimiento más elevados. El sistema también suele denominarse activo debido a la transmisión de señales en tiempo real.

El sistema consta de una serie de sensores en cada una de las ruedas y una solución para transmitir la información desde el interior del neumático al componente del vehículo encargado de recoger los datos. De este modo, el conductor conoce en todo momento el estado real de la presión de cada neumático.

¿Cómo funciona el sensor de presión de neumáticos en el sistema directo?

Los sensores montados en las ruedas transmiten información mediante ondas de radio al ordenador de a bordo del automóvil o a un receptor instalado por separado. Pueden estar situados directamente detrás de la válvula de aire o fijados a la llanta. La válvula montada en la rueda debe incluir un medidor de temperatura, una batería de alimentación y un circuito electrónico. El principio del sensor de presión de los neumáticos es el siguiente. El sistema incorpora un cristal de cuarzo y convierte la diferencia de presión en picos, que se transmiten a una frecuencia de 434 MHz, al ordenador de a bordo. En este tipo de sistemas TPMS la transmisión se realiza, por término medio, cada minuto.

Hasta aquí la teoría. En la práctica, esto significa que los sensores de presión activos ofrecen datos actualizados y precisos sobre el aire en cada neumático. Se basan en la información que los sensores envían periódicamente (a intervalos de 60 segundos) al ordenador de a bordo. De esta forma, no solo mejoran la seguridad, sino que también permiten controlar mejor el consumo de combustible y el desgaste de los neumáticos.

Desventajas del TPMS directo

Entre los inconvenientes de este sistema podemos citar sobre todo sus problemas prácticos. Siempre que se sustituyen neumáticos con sensores, es necesario advertir al mecánico de que hay dispositivos de este tipo en las ruedas, ya que a veces se dañan al retirarlos en los talleres y el precio de un sensor nuevo es relativamente elevado.

Otro coste adicional es la calibración del sensor de presión de los neumáticos, es decir, guardar los cambios en el software del sistema, que debe analizar las nuevas condiciones de referencia (es decir, la sustitución de un sensor TPMS, por ejemplo).

Funcionamiento del sensor de presión de neumáticos: sistema TPMS indirecto

El sistema indirecto crea cierta polémica entre los expertos del automóvil. Por un lado, se considera una alternativa económica y no del todo eficaz a los sensores activos, por otro, los fabricantes suelen elegir esta solución de buen grado.

¿En qué consiste el TPMS indirecto?

Para su funcionamiento utiliza los sensores de velocidad incluidos en el sistema antibloqueo de frenos (ABS) y en el sistema electrónico de estabilidad (ESP). El sistema TPMS indirecto compara la velocidad de las diferentes ruedas, detectando una baja presión en aquellas que necesitan hacer más revoluciones que las demás. Basa su funcionamiento en el hecho de que un neumático con menor presión tiene un diámetro menor y, por lo tanto, realiza más revoluciones para recorrer la misma distancia.

La nueva generación de este tipo de sistema TPMS utiliza un parámetro diferente: la vibración de las ruedas. Además de la medición estándar, también examina el resultado de los cambios de carga durante la aceleración, el frenado o al tomar las curvas.

Inconvenientes del sistema TPMS indirecto

  • Reinicio manual de los ajustes y aplicación de una nueva calibración de los neumáticos

El punto de referencia del sistema indirecto no es la presión correcta de nuestras ruedas (no tiene sensores activos), sino únicamente el momento en el que consideramos que ya teníamos la presión correcta. ¿Cuál es la diferencia? Los sensores de presión de las ruedas no nos darán ninguna indicación de que las ruedas ya están a la presión deseada homologada para el vehículo, solo aceptarán nuestra decisión de calibración manual, lo que haremos pulsando un botón.

Esto significa que la medición de la presión de los neumáticos puede ser incorrecta. El botón de calibración puede utilizarse en cualquier momento que consideremos oportuno, ya que el sistema TPMS no comprueba el estado real antes de la calibración. La alarma de presión solo nos avisará si la presión ha bajado un 20% con respecto a lo que considerábamos el valor de referencia.

  • Adaptación a un juego concreto de neumáticos

Este sistema se adapta perfectamente a la rigidez de los neumáticos con los que el automóvil salió de fábrica. Esto significa que, para que funcione con la máxima precisión, hay que montar exactamente el mismo juego de neumáticos para el que se adaptó. En el sistema TPMS indirecto de segunda generación (basado en el examen de las vibraciones), existe una correlación aún mayor entre los neumáticos del equipo original (EO) del vehículo y el correcto funcionamiento del sistema.

  • Tiempo de respuesta y actualización de los datos

Otro aspecto importante del uso de neumáticos con sistema TPMS indirecto es el tiempo de respuesta. Un estudio realizado por el Department Of Transport (DOT) de los Estados Unidos muestra que los conductores tardan, de media, unos 10 minutos en llegar a un lugar seguro tras notar una pérdida de presión en una de sus ruedas.

El sistema TPMS indirecto solo es capaz de detectar una pérdida gradual de presión después de varios (ya que su análisis se basa en comparar el comportamiento de los neumáticos durante un periodo determinado). Como consecuencia, perderemos unos minutos preciosos (durante este tiempo, la presión de las ruedas puede llegar a cero). En última instancia, este sistema, al comparar el comportamiento de las ruedas entre sí, no registrará el caso en que se produzca una pérdida gradual de presión de las cuatro ruedas. Todo ello debido a que perderá su punto de referencia.

¿Pueden desconectarse los sensores de presión de los neumáticos?

Un sensor de presión de neumáticos defectuoso o averiado puede mostrar mensajes repetidos en el ordenador de a bordo o indicar una avería encendiendo un icono en el cuadro de instrumentos. Mientras espera su cita con el taller para subsanar la avería, el conductor puede optar por desactivar temporalmente el TPMS. Esto no es posible en todos los automóviles ni con todos los conjuntos de sensores, aunque algunos fabricantes han previsto esta posibilidad.

Encontrarás cómo desactivar el sensor de presión de los neumáticos en el manual de instrucciones de tu vehículo, ya que puede ser diferente en cada modelo, incluso dentro de una misma serie. No obstante, no recomendamos hacer esto sin un motivo justificado.

Conjunto de montaje TPMS: ¿qué es y qué aspecto tiene?

Los conjuntos de montaje incluyen distintos componentes en función de su tipo. Lo más habitual es encontrar: juntas, tapones de plástico y, la más importante de sus piezas: una válvula permeable al aire con un núcleo especial con un niquelado químico.  Los fabricantes también suelen añadir herramientas: llaves dinamométricas, carracas, extensiones o vasos de distintos tamaños. Este tipo de conjuntos permite montar todo el sistema sin problemas y de forma eficaz.

A medida que los sensores TPMS van incorporándose de fábrica a automóviles más nuevos, cada vez son más los vehículos que utilizan este avanzado sistema de control. Obviamente, puede conducirse perfectamente sin sensores de presión de neumáticos, aunque requiere un compromiso considerablemente mayor por parte del conductor, que tiene que controlar él mismo el estado de la presión de los neumáticos.

Hay que tener en cuenta que si no contamos con unos neumáticos Run Flat con paredes reforzadas, cada vez que pinchemos un neumático es probable que se dañe el sensor. Los Run Flat lo protegen de los daños gracias a sus paredes rígidas. Si puedes permitirte comprar este tipo de neumático, es una solución bastante cómoda. Aunque existe una alternativa más económica: cuidar de tus neumáticos.