Uno de los propósitos que tiene actualmente la sociedad es reducir las emisiones de CO2 y minimizar lo agentes contaminantes que se desprenden a la atmósfera. Actualmente se está poniendo el foco en los medios de transporte, como causantes de un gran porcentaje de las emisiones perjudiciales en el medio ambiente.
Varias han sido las ciudades en todo el mundo que han tomado medidas restrictivas de conducción en ciertas zonas urbanas, para poder controlar la contaminación del aire que afecta a la salud de los ciudadanos.
Por ello, te vamos a dar una serie de técnicas que poco a poco todos los conductores deberíamos introducir en nuestra rutina de conducción. Que no solo minimizarán las emisiones de CO2, sino que además te ayudarán a ahorrar combustible y aumentar la vida útil del vehículo.
1. Puesta en marcha del vehículo
Una de las técnicas eficientes a la hora de poner en marcha el vehículo, es arrancar el motor sin pisar el acelerador.
Si tu coche es de gasolina debes arrancar, e inmediatamente después iniciar la marcha. Por el contrario, en automóviles diésel es mejor esperar un par de segundos entre el arranque y el inicio de la marcha.
Además, es conveniente que la primera velocidad que se introduzca justo después del arranque sea la primera marcha, y cambiar justo después a la segunda.
2. Circular con marchar largas
Durante la conducción, ya sea en ciudad o en carretera, debes buscar la fluidez del vehículo durante todo el trayecto. Para ello, lo mejor que puedes hacer es acostumbrarte a circular con marchas largas durante el mayor tiempo posible. Cambiar de marchas de forma muy seguida entre trayectos muy cortos, hará que el motor se revolucione y el vehículo consuma más combustible. Esto provocará un mayor desgaste de los neumáticos y del motor.
3. Guardar la distancia de seguridad
No hay nada como ser previsor, y guardar una distancia de seguridad es una técnica de conducción predictiva esencial. Gracias a ella, puedes prever con mayor tiempo y distancia los actos del resto de vehículos y saber actuar ante posibles obstáculos.
Con una distancia prudente puedes realizar una frenada correcta, sin brusquedades. Así, los frenos y neumáticos del vehículo no sufrirán un sobre desgaste.
4. Circulación uniforme
Aunque en ciudad es algo más complicado que en carretera, debes intentar que la circulación sea lo más uniforme posible. Evitar acelerones y frenadas bruscas, es mejor ir decelerando poco a poco.
Si se tiene espacio y tiempo suficientes la frenada será mucho más limpia. De esta forma, el vehículo ahorrará un poco de combustible, y la conducción será más económica y ecológica.
5. Apagar el motor en paradas largas
Si vas a parar el coche o a estacionarlo durante un período de tiempo superior a un minuto es conveniente que apagues el motor, para volver a arrancarlo posteriormente.
Mantener el coche parado con el motor en marcha consumirá un combustible innecesario, superior a lo que consume apagando y volviendo a arrancar.
Por ejemplo, parado en semáforos en rojo cuya duración sea de más de 60 segundos, en estacionamientos puntuales, en atascos, etc.
6. Adaptar la velocidad en pendientes
Si subes un tramo con cierta pendiente ascendiente, deber hacerlo con la marcha más elevada posible y pisar el acelerador todo lo necesario para una subida ligera.
Si, por el contrario, circulas por una pendiente descendiente, debes intentar aprovechar la posición del coche y que baje por su propia inercia sin reducir de marcha. Si la inercia de descenso no fuera suficiente, pisa el acelerador hasta conseguir la velocidad marcada de la vía.
Una práctica muy peligrosa de la que mucha gente no es consciente es bajar la pendiente en punto muerto. El control del vehículo es menor y, en contra de lo que pueda parecer, el consumo de combustible aumenta. Además, el desgaste del motor es mayor. Si quieres ahorrar carburante debes dosificar el uso del acelerador, pero siempre con la marcha engranada.
7. Adaptar la velocidad en curvas y rotondas
Al entrar en una curva o rotonda intenta adaptar la velocidad de tu coche a la que marca la vía, aprovechando la inercia del propio vehículo a la hora de tomar la curva.
Levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo por la curva de una forma suave.
Ten en cuenta el ancho de la calzada, la entrada y salida de la glorieta y la disposición del resto de vehículos.
8. Puesta a punto del vehículo
Una puesta apunto y un correcto funcionamiento del vehículo es fundamental para que el consumo de combustible sea muy superior de lo normal.
Ya sabes que uno de los factores que influyen en el consumo es el estado de los neumáticos. Asegúrate de que tu vehículo cuenta con los neumáticos adecuados en medida y anchura que se adapten al tipo de vía y clima de tu zona.
Mantén la presión de los neumáticos correcta, pues la baja presión hará que la fuerza de rodadura sea mayor y aumente el consumo de combustible.
Estos son sólo algunos de los trucos que debes utilizar para una conducción eficiente y menos contaminante.