Son numerosos los factores que contribuyen a una buena conducción. Uno de ellos es una temperatura correcta de los neumáticos. Permite una buena adherencia del automóvil y, cuando se mantiene en el nivel adecuado, permite disfrutar plenamente del mejor confort de conducción. Os contamos cuáles son los valores correctos para turismos y para proteger vuestros neumáticos frente al sobrecalentamiento.

Automóvil trazando una curva a gran velocidadUnos neumáticos bien calentados mejoran considerablemente la adherencia del automóvil.

Temperatura correcta de los neumáticos durante la conducción

La fricción que se produce entre la rueda y la carretera durante la conducción hace que los neumáticos se calienten gradualmente. Cuanta mayor temperatura tengan, más flexible se vuelve la goma, lo que también aumenta su adherencia. Según los expertos, en un turismo, la temperatura correcta de los neumáticos durante la conducción es de unos 60 °C. Sin embargo, para alcanzar el nivel óptimo, el coche debe permanecer en movimiento al menos 30 minutos.

Unos neumáticos correctamente calentados no sólo mejoran la adherencia del automóvil, sino que también ofrecen un rendimiento energético más eficiente. Esto se debe a que, a medida que aumenta el nivel de calor y la goma se adhiere mejor al pavimento, disminuye la resistencia a la rodadura, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.

Al viajar, es importante recordar que cualquier interrupción en la conducción reduce la temperatura de los neumáticos. Debemos tener un especial cuidado al detenernos en la autopista. Si queremos volver a la carretera, debemos tener en cuenta que los neumáticos no tendrán el mejor agarre durante algún tiempo y que cualquier maniobra brusca podría acabar en un derrape.

¿Qué factores provocan el sobrecalentamiento de los neumáticos?

Una conducción prolongada con una temperatura demasiado elevada en el interior del neumático no sólo tiene un efecto negativo sobre el estado del neumático, sino que también puede provocar situaciones muy peligrosas en la carretera.

El sobrecalentamiento es más probable que se produzca cuando un neumático se conduce durante un período de tiempo a una velocidad más elevada de la que indica el índice de velocidad del respectivo modelo. La superación prolongada de este valor provoca un calentamiento excesivo de la goma, con el consiguiente desgaste prematuro. Por ello debemos elegir primero unos neumáticos que se adapten a nuestro estilo de conducción.

La temperatura de los neumáticos aumenta bruscamente al frenar. Si el coche está equipado con ABS (sistema antibloqueo del sistema de frenos), su calor aumentará hasta un máximo de 80 grados. Sin embargo, si el vehículo no dispone de este sistema de seguridad de serie, tras una frenada brusca quedan sobre el asfalto trozos de goma caliente. Es entonces cuando se forman las características marcas negras en la calzada.


marcas de frenado sobre el asfaltoLas distintivas marcas negras sobre la calzada son restos de goma raspada de los neumáticos durante una frenada brusca.

También podemos provocar un sobrecalentamiento de los neumáticos si viajamos en un coche sobrecargado. El aumento de la carga sobre los ejes se traduce en una carga excesiva sobre las ruedas. Esto no sólo afecta a las características de manejo de los neumáticos, sino que también provoca un gran calentamiento de la goma.

¿Cómo mantener los neumáticos a la temperatura adecuada?

Conducir con unos neumáticos fríos implica una reducción significativa de la adherencia. Sin embargo, unos neumáticos demasiado calientes también repercuten negativamente sobre el confort de conducción. Si seguimos algunas reglas, nos aseguraremos de protegerlos de un calentamiento excesivo y prolongar así la vida útil de los modelos montados en nuestro coche.

El primer paso para evitar el sobrecalentamiento de los neumáticos es mantener un nivel de presión correcto. Un valor inferior en bares puede provocar un aumento excesivo de la temperatura, causado por una deformación más marcada de la pared lateral. Esto daña el interior del neumático y aumenta la resistencia a la rodadura.

El estado de la banda de rodadura tampoco es un aspecto desdeñable. A medida que el caucho se endurece con el paso del tiempo, se vuelve más quebradizo y propenso a agrietarse. A medida que pierde flexibilidad, también empeoran las características de conducción del modelo. Conducir a alta velocidad y calentar demasiado la goma puede incluso provocar un reventón. El aire se escapa a través de las microfisuras resultantes, lo que hace prácticamente imposible mantener unos niveles de presión adecuados y la temperatura en el interior de la rueda se eleva demasiado. Por eso es importante comprobar periódicamente el estado de los neumáticos y la profundidad del dibujo.

Temperatura de los neumáticos y estación del año

Las soluciones tecnológicas utilizadas en los modelos de temporada hacen que estos neumáticos sean adecuados para condiciones meteorológicas muy variadas. El compuesto de caucho de las versiones de verano consigue que vayan mejor en días cálidos o con lluvia. Por su parte, los neumáticos de invierno rinden mejor cuando la temperatura media diaria es inferior a 7 °C. Esta característica no deja de influir en los parámetros de los niveles óptimos de calor en el interior.

Durante la temporada de invierno, especialmente cuando las temperaturas permanecen por debajo de 0 °C durante largos periodos de tiempo, los neumáticos pueden necesitar algo más de tiempo para calentarse correctamente. Además, durante este periodo, el nivel de aire en las ruedas debe comprobarse con mayor frecuencia. Todo ello está relacionado con el hecho de que unos valores reducidos del termómetro hacen que la presión de los neumáticos disminuya más rápidamente.